Herejía de Hurtell - Garra del Halcón

Grandes héroes han caído por el Imperio. Muchos de ellos lo hicieron por placer propio, por sed de sangre; otros, en cambio, lo hicieron por cuestión de honor, para hacer quedar en vano las burlas hacia él. Otros también lo hacían por obligación, por último recurso; pero unos lo hacían por que llevaban el espíritu guerrero en sus cuerpos. Éstos grandes guerreros, conocidos como Neptunis, fueron creados a partir de la semilla genética de grandes héroes del Imperio, de los hijos del Emperador; de los Señores Progenitores.

Pese que en vano no resulta la utilización del Adeptus Neptunis, hubo un error que fue generado a drede: La Herejía de Hurtell, que desoló todo lo que el Emperador hizo en mucho tiempo, y retrasó su avanze en eones.

Garra del Halcón es la primera novela de la serie de novelas que relatan la Herejía de Hurtell.

Se sitúa a principios de la Herejía, entre lo de Thanathian III y Thanathian V, y explica cómo Nathariel Garro y su 19º Compañía de Garras de Halcón se rebelan contra las ideas de su Señor Progenitor, apoyando al bando leal en la Herejía.

Prólogo

En Thanathian III nunca llueve

Éso fue de la poca información que recibieron. De lo poco e inútil contendio informativo sobre Thanathian III que recibieron. Vieron llegar varias naves de la Legión de los Sumerios Modernos, y uno de los suyos murmuró algo inaudible en voz baja; sea lo que fuere que dijiese, Natariel no lo escuchó.

No pasó apenas tiempo desde que las cañoneras descendieron del cielo hasta que se abrieron sus compuertas traseras. De ellas, salió una figura enorme, de 4 metros y medio. Portaba capucha de color rojo carmesí, y una armadura negra que le cubría todo menos la cara. Y sus ojos mostraban la sabiduría de cientos de eones. Su voz era profunda y sabia, y con cada sílaba que pronunciaba transmitía una enorme fuente de conocimiento, sólo entendible por muy pocos.

En Thanathian III nunca llueve

Recordó, con un leve suspiro. Según decían, Thanathian III fue desolado por una enorme batalla entre los Iniks y los Neónido hacía ya mucho tiempo atrás. Las primeras palabras del ser impactaron a todos, no debido a su contenido, si no a su áspera y ronca, y a la vez profunda y elegante pronunciación.

- Hermanos, nuestro propósito es derrotar a Hurtell, como supongo bien sabéis.- Dirigió una mirada a Nathariel.- Vuestro capitán, Nathariel Garro, nos ayudará y os guiará de mientras mis tropas aniquilan a esos traidores.-Vakurus se ajustó un poco la capucha, ya que el viento se la estaba levantando.- Hurtell no es nada comparado con los Desgarradores o El Heraldo. Yo mismo presencié como un prototipo de superhumano acababa con todos esas bestias de kilómetros de longitud. Su estatua está en el Palacio Imperial y es venerado por varios millares de mundos como el Héroe Definitivo. Vosotros podréis serlo si detenemos al Architraidor.